martes, 1 de mayo de 2012

La alargada sombra del amor

¿Hace demasiado frío allí arriba donde estas? Dime: ¿sabes que hay flores que adornan tu cielo? ¿Sabes que tendremos que cortar el árbol que tanto te gustaba? ¿Y sabes que el viento agita los postigos de la cocina y sacude tu sombra sobre el embolsado?

Ahora que siempre es de noche para ti.

Todavía recibes cartas, las dejamos encima de tu ropa, que sigue doblada. Si quieres puedo enviarte un trocito de España, una buena botella de champán y dos o tres libros. Sé que podrás disfrutar de mis regalos ahora que los médicos te han dejado en paz con sus tubos en la nariz y en la tripa y ya no tienes que forzarte a comer ni a coger el teléfono.

Ahora que siempre es de noche para ti.

¿Has ido a esconderte bajo una piedra, en una fuente de tartas, en un recién nacido, en una tela, en una huevo, en un bordado? ¿Y qué puedes decirme ahora que siempre es de noche?

Dime, ¿te sientes mejor? Dime, ¿es ligero como una burbuja eso de dejar tu cuerpo ahí, igual que una prenda estropeada que ya no puedes ponerte? Se acabó ese peso que aplastaba tu sonrisa, que aplastaba tu vientre, que te aplastaba. ¿Pudiste escapar?  Con tu sonrisa doblada y guardada en el bolsillo ahora que siempre es de noche para ti.

La alargada sombra del amor, Mathias Malzieu.

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